Estudié Logopedia porque esta profesión sanitaria implica ayudar a las personas en áreas tan humanas como el lenguaje, habla, voz,  comunicación y deglución. Tuve la inmensa suerte de poder realizar mis prácticas de logopedia junto a profesionales de primera, como Pedro Gortázar Díaz en CEPRI (centro de atención educativa de gran calidad a niños con Trastorno del Espectro Autista), Félix Iduriaga en el Colegio Público de Integración de niños con Parálisis Cerebral Francisco de Quevedo y Ana Torres en el Hospital Central de la Defensa Gómez Ulla.

Con 21 años empecé a tratar mis primeros pacientes: en centros psicoeducativos -Madrid (Aula Matemáticas) y Villaviciosa de Odón (CEYSE Psicólogos)-, así como en centros médicos en Majadahonda y Boadilla del Monte. Abordé con gran ilusión e intenso trabajo exploraciones y terapias logopédicas con niños y niñas que presentaban Trastornos de aprendizaje (dislexia, disgrafia, discalculia), Trastorno del Desarrollo del Lenguaje (TDL), alteraciones del lenguaje secundarias a síndromes cromosómicos, Trastorno de los sonidos del habla, disfemia, así como de adultos con disfonías de origen funcional u orgánico, entre otros.

Un tiempo después, me adentré en el ámbito hospitalario: tras un proceso público de selección, me dediqué a la neurorrehabilitación logopédica de la persona con daño cerebral adquirido, en el Hospital Público Virgen de la Poveda de la Comunidad de Madrid.

Pasé así a formar parte del servicio multidisciplinar de rehabilitación dirigido y coordinado por dos médicos rehabilitadoras e integrado por los equipos de Terapia Ocupacional, Logopedia y Fisioterapia. Allí  abordé  la exploración, diagnóstico logopédico e intervención de personas con afasias (alteraciones del lenguaje comprensivo y/o expresivo secundarias a daño cerebral), apraxia del habla, disfagias (alteraciones de la deglución) de origen neurológico o por desuso (traqueotomías, ingresos prolongados en UCI, etc), disfonías (trastornos de la voz) orgánicas o neurógenas, alteraciones de la lectura y escritura y disartrias (alteraciones del control neuromotor del habla) de diferente severidad, abordándose cuando era conveniente el desarrollo de un Sistema Alternativo de Comunicación.

Priorizando al tiempo una formación continua con grandes profesionales en diferentes centros, junto a colaboraciones de docencia -Universidad Complutense, Universidad de Cantabria, Universidad Maria Cristina, presentaciones en jornadas y cursos-, así como formación de alumnado de prácticas de Logopedia (Universidad Complutense).

Hace cinco años, decidí emprender con gran ilusión un nuevo proyecto -al que me dedico en exclusiva- en San Lorenzo de El Escorial: Logopedia Funcional. Desde entonces, estoy ofreciendo a niños, adolescentes, adultos, y a sus familias, terapias eficaces, individuales y de alta calidad, basadas en la evidencia científica. Se tratan dificultades del lenguaje oral y escrito, habla, comunicación, voz y deglución, tanto si aparecen aisladas como si forman parte del conjunto de síntomas de otros trastornos (como la discapacidad motriz o intelectual o el trastorno del espectro del autismo-TEA-, etc). Procurando combinar rigor científico y profesional con  la mayor motivación y disfrute, claves en el desarrollo cerebral y en todo aprendizaje.   

Siempre tratando de contribuir a la mejora de la calidad de vida de la persona y su familia.